jueves, 12 de julio de 2007

Señas de Identidad

¿Qué hace uno cuando, mirándose en el espejo de los años se encuentra con la persona que siempre ha temido? Esa que se esconde en las sombras perversas de la personalidad. ¿Cómo se borra las marcas alrededor de la boca que muestran la falta de sonrisas? ¿En qué momento se convierte en ese espíritu obediente que camina por costumbre?
¿Qué botón aprieta? ¿Dónde hace click para apagar estos miedos que dirigen el andar?
¿Dónde se erradica esa tristeza que se siente al tomar las decisiones adecuadas, al contestar con las respuestas razonables y las opciones lógicas?

Me encontré con la otra yo, con esa sombra de la vida que no tengo.
En la vida siempre existe alquien que es todo aquello que uno no puede llegar a ser; el recordatorio de todos nuestros defectos y nuestros miedos. Esa persona que, sin intención, te escupe el reflejo de tus frustraciones. Hoy la vi, no ha cambiado. Sigue siendo el negativo de mi vida, de los riesgos que no tomé, de las cosas que no he cambiado.

¿Cúando me convertí en la escencia de mis miedos?

1 comentario:

Unknown dijo...

Anahí: pasa por mi blog, que has sido incluída en mis ocho.

No te vuelvas un ocho.

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